El dolor en las relaciones sexuales es frecuente, mucho más de lo que parece porque las mujeres no solemos contarlo a nadie y creemos que se pasará solo, con lo que el problema a veces se agrava, incluso a veces puede ser necesaria la ayuda psicológica.
Lo que tenemos que entender es que el sexo debe ser placentero, debe ser algo que nos reporte placer, si no es así debemos plantearnos el por qué.
En la consulta podemos tener diferentes tipos de pacientes:
- La paciente postmenopáusica que nos habla de un malestar crónico, no cíclico. Se trata de vulvodinia esencial y normalmente la causa es la atrofia vaginal debido a la disminución de producción de estrógenos durante esta etapa de la vida de la mujer.
- La paciente que presenta molestias tras el parto o en la lactancia. En un parto vaginal se pueden tener molestias en la zona de la episiotomía, incluso se ha descrito dolor tras meses del parto en la cicatriz. El útero durante el embarazo y tras este, presenta cambios de posición por lo que puede molestar la penetración profunda. En la lactancia la mujer puede notar sequedad durante las relaciones.
- La paciente con endometriosis o quistes de ovario puede presentar dolor en las relaciones sexuales.
- La paciente joven que explica aparición de flujo blanquecino y espeso acompañado de molestias cíclicas que aparecen con más frecuencia antes y tras la menstruación. Se trata de vulvovaginitis por candidiasis.
O nos habla de enrojecimiento de la zona vulvar acompañado de dolor intenso. Lo más frecuente es que no pueda tener penetración. Se ha relacionado con las candidas y se trata de una vestibulitis vulvar.
Puede refierir picor, ardor, dispareunia que aumenta de intensidad antes de la regla. Aparece por un crecimiento excesivo de lactobacilos en la flora vaginal y estamos ante una vaginosis citolítica.
O la paciente explicar molestias previas a la menstruación tras tratamiento con antimicóticos. Será una lactobacilosis.
Así que cuando entra una paciente a la consulta, se sienta y nos explica que tiene dolores en las relaciones sexuales, tenemos que saber diferenciar muy bien si:
- se trata de una molestia cíclica o no se relaciona con la menstruación
- la molestia aparece en la entrada de la vagina o en la penetración profunda
- presenta flujo vaginal o no
- ha recibido algún tratamiento previamente
También existen otro tipo de causas que no son físicas, y dentro de estas estaría el vaginismo.
Hay conceptos que muchas veces se solapan y tienden a confundirse. Debemos diferenciarlos. Estos son:
– Dispareunia: o coito doloroso
– Vaginismo: espasmo involuntario de las paredes vaginales que pueden llegar a imposibilitar la penetración
– Vulvodinia: molestias en la zona vulvar de al menos 3 meses de duración siempre que descartemos lesiones, infecciones o alteraciones neurológicas.
Estos conceptos se entrelazan entre ellos pudiendo uno de ellos llevar al otro. Todo esto causar aumento de ansiedad, disminución de la líbido, problemas de pareja y de autoestima
Con todo esto tenemos que pensar en un tratamiento y a veces este no es fácil. Tu ginecólogo te ayudará y te guiará.
Si te interesa este tema no dejes de visitar mi blog, pues iré ampliando la información sobre temas relacionados con las molestias vaginales hasta que no te quede ninguna duda. Además puedes preguntarme lo que quieras en los comentarios de esta misma entrada.
Un beso y no te preocupes ¡para todo hay solución!
Fuente de la imagen: sumedico(.)com